estados de la
maceta
el clú de yaugurú /
julio 2013
Colección dirigida
por Gustavo Wojciechowski
www.yauguru.com
Montevideo - Uruguay
Diseño: Maca (a
partir de una maqueta original del autor)
Se utilizó la
tipografía Transitoria (© Sebastián Salazar)
Por contactos:
astromulo@gmail.com
astromulo.blogspot.com
El autor promueve la
reproducción de esta obra en cualquier formato, salvo que dicha
reproducción persiga fines espurios y/o de lucro cualquier similitud entre ambos es más una confirmación que una casualidad); a los que aun así lo hicieren, que se atengan a todos los maleficios pasados, presentes y futuros. A los plagiarios, nuestro más sincero reconocimiento.
Vale!
estados de la
maceta
(estadístico
1)
vivimos en el
estado sórdido
de la materia
El hámster. Ya se me
ocurrieron cinco o seis comienzos para un texto que no sé cómo empezar.
Como claves sueltas que, siendo inconexas, guardan una oscura relación.
Después están las lecturas, las películas, los episodios cotidianos y lo que
podríamos llamar episodios históricos o bien la amnesia de la historia o la
historia de la amnesia. Súmese a esto la primera
los bancos
sientan las bases
del cansancio
nacional
preocupación del
comienzo del texto incomenzado y se tendrá una cabal idea del tamaño del
problema o del texto que tengo entre orejas. Pues bien. Avanzando un
casillero en lo que creo la dirección correcta, intento conjurar esta
inmovilidad creativa haciéndola carne y hueso del inconveniente: tengo un problema creativo y describo ese
problema para
el papa
más que pastor
es un terrateniente
crearlo. Claro que
no hago más que crearme otro problema. Me arrepiento de lo escrito
hasta ahora y, de buenas a primeras o últimas, no sólo retrocedo el
casillero que creí haber avanzado, sino que además comprendo que el juego ni siquiera ha comenzado. Como el texto. Y yo todavía estoy inmóvil mirando unos objetos en mi mano que, según dicen, se
la educación
está liceada
llaman dados y son
unos cubitos con distintas cantidades de redondeles en cada lado y yo
quisiera jugar a la payana con ellos, pero no se puede porque..., porque no. No se puede y punto. No se trata de jugar. Más bien se trata de jugar, pero no a lo que quiero. Mejor dicho, a lo que quiero pero no sé cómo. En fin, un desastre. Ni siquiera he comenzado el texto y encima
el pueblo
es una clase
de enigma
sigo acumulando
comienzos para algo que no empieza. Me siento como un hámster corriendo en
una de esas ruedas de la que soy el motor. Esa es una imagen que podría
aplicarse a muchos escenarios de la vida humana. Primer proyecto
entonces: un texto que girara (valga más que nunca el “giro” poético) en
torno a la imagen de un hámster en su jaulita, con su
nadie piensa en los
servicios de
inteligencia
agüita y sus cosas
para comer propias de un hámster. Habría que buscar información sobre
los hábitos alimenticios de estos animalitos de dios. Estos animalitos,
precisamente, de dios, se la pasan dale que te dale corriendo en la
rueda hasta quedar exhaustos. Beben un
poco de su agüita. Comen lo que
sea que coman. Se acurrucan en su muelle rincón de
hay que decirlo
la pobreza no es
tan mala
también es
hospitalaria
aserrín y
excrementos, y se duermen complacidos por haber cumplido su tarea. Hasta donde
pueden saber, su rol es insustituible en la misteriosa máquina del mundo.
Dicen, los que saben hasta donde saben, que esa rueda que mueve el
pequeño hámster es un dínamo poderoso del que sale un brazo metálico
que alimenta con sus giros otra rueda donde corre un
para desfilar
en política
hay que tener
patente de corso
hámster más grande
que genera a su vez la energía necesaria para que otra rueda más
grande gire a su vez donde corre otro hámster más grande que el anterior que también impulsa otra rueda más grande y así sucesivamente hasta el
universo; la
inmensa rueda del universo que nunca se detiene gracias a que, en todo momento, en algún lugar, un
la libertad de
culto
no admite
la viceversa
pequeño hámster hace
girar su pequeña ruedita. Es por eso que la noche no es una sola en el
mundo: para que unos bichitos descansen mientras otros los suplen en
su cósmica tarea. Es una tarea descomunal e insignificante. Tanto como la de escribir un texto que, por más vueltas que se
den, no termina de hacer girar al universo. Pero bueno. Todo no se
(estadístico
2)
investigaciones
recientes afirman
que no existe el
estado sólido
puede, me digo, y
tomo un poco de mi agüita, como algo de lo que sea que suelo comer, me
acurruco en un rincón de la jaula entre el muelle aserrín y los
muelles excrementos y me duermo soñando con un hámster que corre en una
rueda que tiene por eje algo de madera que termina en
lo mejor de la prehistoria
es que no tuvo
historiadores
una punta gris como
el lápiz que alguien mañana va a meter en un sacapuntas redondo como la rueda esa en la que corren los hámsters en mi sueño redondo de un texto que tiene muchos comienzos pero no hay forma de conseguir que empiece de una vez por todas.
la democracia
es la tanda
publicitaria
de las dictaduras
Manifiesto mulista.
Los amigos de la editorial Astromulo me piden que les redacte un
manifiesto. Cosa difícil y simple a la vez. Por un lado, difícil, porque deberían ser ellos mismos los que redactaran el manifiesto; y simple, porque soy una persona muy aficionada a los manifiestos. Ya he pertenecido a 8 coma 3 grupos literarios neo-neo-posvanguardistas. Me
como no estoy libre
de culpa
arrojo la segunda
piedra
y listo
queda de esa
invalorable etapa de mi vida el aburrimiento y la afición a los manifiestos ya
manifestada antes. De todas formas, accedí al encargo, aunque debo
reconocer que me ofrecieron cuatro pesos por línea, lo cual me pareció un
acuerdo más que satisfactorio. He aquí entonces el susodicho manifiesto
del mulo o del mulismo:
(estadístico
3)
las
cosas del estado refrendan
el
estado de cosas
1. El mulo ha sido, tradicionalmente, un animal
asociado a la ignorancia, a la falta de conocimiento, a la burreza, en una
palabra. Es un símbolo de lo brusco, de lo tosco, lo que no tiene refinamiento.
Pero, también, es un animal asociado a la fuerza, aunque tiene cierta connotación
negativa hacia la esclavitud y el servilismo. Por eso nos gusta, porque es un
símbolo antipático, nadie lo elegiría para
lo
malo de los dentistas
es
que te arrancan las muelas
una
heráldica de su ética. Nosotros sí. Es que tenemos predilección por el
vilipendiado. Y el mulo lo es,
ciertamente. 2. Aun así, nos
encaprichamos en ver en él la potencia del que se hace a sí mismo; aunque otros
crean que sigue la zanahoria, en
realidad el mulo quiere comer. Es
la
prensa
es
para
la
cabeza
torpe,
pero digno. Es un híbrido, y eso lo hace un parricida inconsciente. Además, su
ignorancia es un valor positivo frente al potro salvaje que, no obstante, posa
para la foto en el escudo nacional, arreglándose el jopo como un tordillo de
pacotilla. 3. Y hay más: el mulo tiene una connotación sexual. Nosotros la
leemos como un sím-
(estadístico
4)
los
guardias de seguridad
siempre
están en un buen estado
bolo de
lo instintivo, de lo irracional, del gobierno de las pasiones. El ser solamente
gobernado por la intuición y la pasión. Fuerte y elemental. Temperamental e impulsivo. Todo vida
y acción, dando coces para todos los costados. Y más. A los niños, en la
escuela de antes, se les ponía orejas de burro
(estadístico
5)
ayer
estuve en un banco
ojalá
no hubiera estado
(hoy se
pueden ver en las vitrinas del museo pedagógico) cuando no hacían lo que se les
ordenaba. No hay rosa, león, águila, corcel, ballena ni mojarrita que simbolice
una rebeldía tan simpática. 4. Nosotros somos mulos. Queremos ser ese mulo sin
muletas que ande rebuznando por ahí, dando patadas a los pelotudos que se creen
liebres porque saben quién es
(titulares
1)
el
gobierno quiere convertir
los
asentamientos
en
asentimientos
Aquiles,
pero ignoran por qué el mulo tiene la pija tan grande: es que le sobran las pelotas
para no ser la paloma pedorra que todo el mundo espera en el balcón de su mísera
existencia, sin entender que ese sorete de mulo que amanece cada día en su puerta
es el orzuelo en el ojo de un mundo que huele más que a mierda. Vale!
los
científicos
están
al margen de la ley
Vieja con bolsa de nailon en la
cabeza. No sé si soy yo, pero ahí enfrente, en la esquina, hay una
vieja con una bolsa de nailon en la cabeza. Llueve, creo, o debería llover,
porque entonces con la bolsa de nailon en la cabeza no habría ningún problema.
Sí, muy bien, pero por qué en la esquina, justamente ahí, enfrente, tan visible
desde mi ventana. ¿No será que esa vieja
me quiere decir algo? ¿Algún mensaje
todos
los partidos políticos
son
ambidiestros
en
clave? Otra vez las preguntas difíciles, esa enfermedad que ya me está cansando.
Todo pregunta. Todo tiene un enorme signo de interrogación que, en su forma de
gancho, me engancha a cada momento y me hace ponerle un signo de pregunta a
todo. Me salió un quiasmo casi (casiquiasmo, especie de cacique asmático. El
quiasmo es una figura
en
la salud
uno
puede faltar cuando quiera
porque
no se pasa asistencia
retórica
que consiste en la ordenación cruzada de los elementos, como en un número
capicúa o como las imágenes en un espejo: todo – signo de interrogación -
gancho / engancha - signo de pregunta - todo), como la pregunta, porque siempre
se abre un “¿” y ese signo de apertura
viene al mundo con un proyecto de clausura en la solapa. Un “¿”pide un “?”; ¿un
la
tarjeta de crédito
es
un carné de racionamiento
“¿”
pide un “?”?; ¿¿un “¿” y un “?”??; ¿¿¿“¿” y “?”???; ¿¿¿¿“¿”“?”???? Ahí, en el
medio, en el milimétrico espacio que limita los dos planos del espejo, es donde
está la cabeza de la vieja con cara de pregunta, claro, y con una bolsa de
nailon en la cabeza. Pero llueve. Así que por lo menos la bolsa de nailon que
es impermeable y la posibilidad de mantener el racional
el
político habla
porque
tiene
propiedad(es)
esquema
de pensamiento. ¡Ah; es que está lloviendo! Ufffffffffffffff..., menos mal. La
lluvia, como los científicos y las promotoras de artículos de belleza, nos
explica todo. La lluvia explica por qué la bolsa de nailon en la cabeza de la
vieja. Bien. Todo en orden, otra vez. Ahora, que ya estoy otra vez en los
prólogos del sueño, no quiero ni por asomo preguntarme por
(titulares
2)
el
país posee
mucha
mano de sobra
qué
esa vieja con una bolsa de nailon en la cabeza, sí, por la lluvia, muy bien,
pero parada en una esquina donde no pasa nada, sólo el tiempo; por qué ahí,
justamente ahí, tan cerca y tan a la vista, tan enfrente de mi ventana que
superpone esa imagen en el vidrio con la mía y, donde antes había dos cabezas,
ahora hay una sola, y, donde antes había un rostro
zomoz
hel puevlo
maz
kulto
nosberdá?
reflejado,
ahora sólo hay un signo de interrogación peligroso como un gancho, como el
garfio del sueño que me va hundiendo entre esquinas y viejas y bolsas de nailon
y ventanas y muchos, muchísimos signos de interrogación que me van cubriendo
como bolsas viejas pegadas a una ventana que da a la esquina, justo hoy que
llueve y que a mí se me da por preguntarme absolutamente todo.
(decretos
de pirro 1)
una
computadora
por
cada niño
(muerto)
La
cerradura. Se coloca una llave en el lugar preciso y entonces todo el mecanismo
revive en giros y contragiros, tuercas y dispositivos que se reclaman
mutuamente al movimiento; algo hace girar algo que hace girar algo, y así. Se
produce una retroalimentación que empezó dónde, cómo, con qué forma. Una rueda
muerde a otra rueda con sus dientes metálicos,
algo
huele mal
en
finlandia
mueve
alambres, pequeños trozos de madera de algo. O un tubo baja y el líquido cae
por él hasta un balde que se va llenando en un subibaja que acciona un
interruptor en el otro extremo y entonces se detiene el ruido y el movimiento.
Todo se paraliza. Queda el silencio deformado, metido a prepo en algo que tiene
forma de cerradura.
el
tema del trabajo
ha
seguido siempre
el
mismo patrón
La
liviandad. La liviandad no es una capacidad, seguro, por lo menos no una
capacidad material, acaso una vacuidad de materia. Capaz, quién sabe. La
liviandad es un estado o una liberación. Casi una actitud, pues es efecto de un
acto (de contrición, no de constreñimiento), pero no causa de una postura.
Pensándolo bien, sí es causa de una postura. El problema es saber
los
ganaderos
suben
la carne
y
los frigoríficos
se
hacen los salames
cuál
sea esa postura. Por ejemplo, en una imagen, un hombre sale del baño; en otra,
un hombre sale de un confesionario. Ambos dicen: “ahora me siento más liviano”.
Bien, el sentirse o el sentarse es un simple juego de palabras, con mucha
liviandad, por cierto; lo importante es preguntarse sobre lo que se ha perdido,
permitiendo al sujeto esa sensación de
ocio
por ocio
mente
con dientes
liviandad,
de liberación. Las culpas, la mierda. El primer hombre ha dejado sus heces, el
segundo ha hecho otro tanto con sus culpas.
Pero claro, la mierda en el “excusado” y las culpas en el “excusador”; el
inodoro de las culpas, el reclinatorio de la mierda. Aunque las heces se
quedan, se van por
las
mejores intenciones
del
gobierno
terminan
en
las papeleras
el
caño. Las culpas también se quedan, pero no sé por dónde se irán. ¿Hay cámara
séptica para las culpas? Sin duda existen desodorantes efectivos, tapan el olor
de la mierda pero, no obstante, no lo extinguen, sólo lo camuflan. Conclusión: ¡Los
soretes no
tienen
la culpa! ¡La culpa es una mierda!
la
televisión
es
una compañía
limitada
Diccionario
1. El diccionario, es lo que tiene, en apariencia es un hontanar de sabiduría
que promete despejar todas las dudas posibles. Pero hete aquí que, si uno
observa con detenimiento, se empieza a
encontrar con muchos agujeros negros. Todos sabemos que, al buscar el
significado de una palabra, muchas veces nos encontramos con otras nuevas
palabras que
varela
sarmiento y compañía
crearon
el concepto
de
la espuela pública
desconocemos,
por lo que se hace necesario buscar esas otras palabras para llegar al
significado de la palabra que habíamos ido a buscar. En fin. Pongamos un
ejemplo, que eso siempre oscurece. Supóngase que debo saber qué significa
“diez”. Pues bien, voy al diccionario y me encuentro lo siguiente: Diez. adj.
m. Nueve y uno. A partir de aquí, debo rastrear el
para
qué
soy
empleado
significado
de los dos conceptos que definen a diez, o sea, nueve y uno. Voy tras el nueve.
Nueve. adj. m. Ocho y uno. Bien, hay un concepto que se repite (el de uno) que lo
dejaré para el final, y otro nuevo (ocho). Voy tras éste último. Ocho. adj. m.
Siete y uno.
Siete.
adj. m. Seis y uno. Seis. adj. m. Cinco y uno. Cinco. adj. m. Cuatro y uno. Cuatro.
adj. m. Tres y uno. Tres. adj.
la
moneda
es
un yo-yo
invisible
m.
Dos y uno. Dos. adj. m. Uno y uno. Finalmente, todo se ha reducido al significado
de uno, que es el único que nos falta, ¿me siguen? Uno. adj. m. Que no está
dividido. Único, solo. Y así arribamos, felizmente, al concepto de la palabra Diez: es una acumulación
de lo que no está dividido; es diez veces único y solo. ¡Qué tal! Una verdadera
maravilla, ¿no es cierto?
estamos
generando
mano
de obra
clasificada
Macetas 1.
Como todos se habrán imaginado (o se imaginarán a partir de ahora), en esta
obra la imagen de la maceta ocupa un lugar protagónico. En las macetas suelen
crecer cosas naturales (plantas y otras yerbas) que no crecen naturalmente ahí.
Sí, resulta un poco confuso. Me explico. Las caléndulas preciosas que vinieron
en la maceta, vinieron a la maceta
todos
somos
el
gran hermano
de
alguien
porque
alguien fue y metió tierra y semillas ahí; no es que las preciosas caléndulas
crecieron por generación espontánea. Y ese es el punto. Son una expresión de la
naturaleza, pero una expresión artificial, desde que influyó la mano humana.
Así pasa también con otros ámbitos de la vida. Hay cosas que tomamos como
naturales, como incuestionables, cosas
nunca
falta
un
tercerizado en discordia
que
siempre estuvieron ahí, y chau, no hay que romperse la cabeza pensando si son
buenas o no... En ese sentido se deben tomar las macetas de este libro: como
ese lugar (esa abstracción con berretines de lugar, mejor dicho) donde crecen
las cosas que nos resultan familiares, pero que en verdad son la mayor
expresión de antinaturalidad, de artificiosidad. Nos
nuestros
gurús religiosos
tienen
todos
acento
extranjero
parece
tan natural y obvio que existan bancos, iglesias, países y políticos; tanto que
no podemos imaginarnos un mundo sin esas perversiones subcutáneas del individuo.
El Estado es uno de los “viveros” más poderosos. De ahí el nombre del libro…
la
iglesia
ha
sido financiada
por
el banco
hambrosiano
Diccionario 2.
Intentando darle un mayor rigor (¿mortis?) a esta obra, comencé por ir al fondo
de los conceptos y, filosóficamente hablando, preguntarme y tratar de definir
cada idea. Así que lo primero fue preguntarme qué es una maceta. Pues bien, fui
nuevamente a ese “hontanar de sabiduría que promete despejar todas las dudas
posibles”,
los
sindicatos
que
no hacen los deberes
tienen
maestros particulares
del
que ya hemos hablado, y busqué la palabra maceta: f. Tiesto en que se siembran
flores. Como ya lo vimos en otra oportunidad, me fui tras tiesto: m. Maceta
(!!!!!!) O sea, maceta es maceta, el sol es... el sol, y así sucesivamente. Es
sencillamente una de las mayores genialidades de la humanidad. Pero no termina ahí. La definición de tiesto
también decía:
los
trabajadores
tienen
una filial
quién
es el padre
Pedazo
de vasija de barro. Me fui entonces a por vasija: f. Pieza cóncava para líquido
o cosas destinadas a la alimentación. Primera conclusión: ya que en la maceta
se siembran flores, y la maceta es una vasija donde se plantan cosas para
comer, de esto se sigue que todas las flores se comen, y que toda la vegetación
comestible es algún tipo de flor. Pero sigamos
abogados
del vaticano
analizan
el caso
de
quienes infligieron
los
nuevos pecados
antes
de que existieran
adelante
con nuestro arduo camino del conocimiento. Pieza quiere decir: f. Parte que entra en la composición de un objeto.
Animal de caza. Moneda. Aposento. No vamos a detenernos mucho en esto, pero obsérvese
que la maceta vendría siendo a estas alturas una
especie
de animal o de moneda o de cuarto para dormirse una buena siesta. La definición
de objeto
(estadístico
6)
el
estado esposó
la
unión libre
dice:
m. Lo que es materia del conocimiento (claro, como querer saber qué es una
maceta, ¿no?) o sensibilidad (la del que busca alguna palabra en el diccionario,
por ejemplo, maceta). Materia de una ciencia. Cosa. Recuerden que la palabra
cosa ya la teníamos en la definición de vasija. Su definición, cosa: f. Lo que
tiene entidad. Y entidad: f. fil. Lo que constituye la esencia
(estadístico
7)
la
privatización
es
un altruismo de estado
de alguna
cosa (!!!!). Por otra parte, esencia quiere decir: f. Ser y naturaleza de
las... (está cantado) cosas. Sustancia volátil olorosa (sí, es que algo huele
mal en el diccionario). Como verán, de lo anterior se pueden inferir un
sinnúmero de conclusiones. Un par de ellas, sólo como aperitivo: la maceta es
una cosa. La cosa es una cosa...
(titulares
3)
quedaría
sin efecto
en
todo el territorio nacional
el
pecado capital de la gula
Noticia.
Siguiendo con nuestro espacio “refute el colosal e invisible poder de las
palabras en cualquier velada de camaradería sazonándolo todo con unas buenas
tortas fritas”, quisiéramos hablar hoy de la palabra “noticiero”, algo tan
presente en nuestra
cotidiana
ceguera. Según el Pequeño diccionario de antiautoridades inacadémicas
aunque reales, la palabra
(estadístico
7)
la
privatización
es
un altruismo de estado
de alguna
cosa (!!!!). Por otra parte, esencia quiere decir: f. Ser y naturaleza de
las... (está cantado) cosas. Sustancia volátil olorosa (sí, es que algo huele
mal en el diccionario). Como verán, de lo anterior se pueden inferir un
sinnúmero de conclusiones. Un par de ellas, sólo como aperitivo: la maceta es
una cosa. La cosa es una cosa...
(titulares
3)
quedaría
sin efecto
en
todo el territorio nacional
el
pecado capital de la gula
Noticia.
Siguiendo con nuestro espacio “refute el colosal e invisible poder de las
palabras en cualquier velada de camaradería sazonándolo todo con unas buenas
tortas fritas”, quisiéramos hablar hoy de la palabra “noticiero”, algo tan
presente en nuestra
cotidiana
ceguera. Según el Pequeño diccionario de antiautoridades inacadémicas
aunque reales, la palabra
(estadístico
8)
el
sitio del estado es
el
estado de sitio
“noticiero”
tiene una etimología de lo más compleja e interesante. He aquí algunas de las
hipótesis que pretenden explicar el origen de tan manoseada (en todo sentido)
palabra. Para algunos, vendría de “notincierto” (te confundo y te asusto); para
otros, de “noticiego” (te muestro todo... lo que no te deja ver). Hay también otras:
“noticerco” (te
la
propiedad intelectual
es
la de pensar
en
lo que no se tiene
muestro
hasta donde yo quiero), “noticieno” (te hundo en la superficialidad),
“noticierro” (te convenzo de que está bien no mostrar ciertas cosas),
“notisierra” (serrucho la realidad y te hago una casita, ¿dale?), y, por
último, “noticreo” (no ti creo nada, reverendo hijo de puta). Por supuesto, de
todas las hipótesis, ésta última es la más aceptada.
la
historia
es
siempre reciente
los
pelotudos no
Avestruz tomando mate. En
lo que a azulejos respecta, he de decir que prefiero las cosas saladas, ya que
no basta ser bueno y karateca, más bien se trata de hacerlo en forma envolvente
para que la masa se homogenice como en las ferreterías, sin ir más cerca, donde
sentarse es recuperar los puntos perdidos en la apendicitis que nos parió con
globos y castañuelas
toda
urna
es
fúnebre
o
lo que se te tararee si, igual, estamos todos más locos que el uno, y más solos
que una liebre, vendiéndonos barba por cabra, medio avestruz tomando mate por
el culo, medio tatú tocando el tambor en la olla que nos cocina, medio imbécil
disfrazado de listo, y viceversa, o viceverga,
en
este país
la
izquierda
se
da sólo en el tránsito
viceverborragia,
que es una gonorrea del verbo con laureles y guiso de garbanzos o, si no
conseguís, de parnasos, que, dicho sea de pato, a un peso la cagada, me calzo
dos narices y tengo un olfato que ni te poemo, y donde me caliente, te juro, lo
mismo escribo la
Divina Comedia
y me consagro.
cuánto
cuesta
ser
dueño de la verdad
Rabona 1.
Vale por un texto de cuatro o cinco renglones que parecerá no decir nada, pero
que, en realidad, cambiará su vida de rabo a rabo, con algunas otras sutilezas
que vale la pena no revelar para tranquilidad de los editores que,
prácticamente, ya tienen decidido publicar la segunda parte de este libro.
somos
prisioneros
del
liberalismo
Carta a los novelistas.
Señores escritorios: de mi mayor conmiseración. Quien suscribe, se dirige a
Uds. a los solos efectos de mandarlos a la reverenda y sacrosanta bulba de sus
respectivas progenitoras. El motivo de ésta se debe al tiempo que nos han robado y nos deben a los lectores. Me explico:
nos deben el tiempo en, por lo menos, dos sentidos, y, es con
el
humanismo
es
humo de alquiler
sentido
pésame que se los digo, sin quererles robar el tiempo que Uds. sí nos han
robado a nosotros, los lectores. Nos deben el tiempo que debieron dedicar a sus
obras y no lo hicieron, escupiendo esos embutidos culebrónicos findesemánicos (o
findesemánticos); y nos deben, además, el tiempo que hemos perdido en leerlos. Algunos prohombres ya lo
(galimatías
1)
soy
un ser humanista
liberal
y de izquierda
o
sea
un
cero a la izquierda
de
la libertad humana
entendieron
hace rato. ¿Por qué otra razón, si no, Proust le iba a poner a su obra más
importante En busca del tiempo perdido? O Faulkner, cuando
escribió y rescribió enésimamente El ruido y la furia,
que sin duda pensó en el enojo de los lectores leyendo el monólogo de un
idiota. El Ulises de Joyce es una broma, una burla a los novelistas. Quien lea
atentamente el capítulo
(galimatías
2)
al
revés
de
lo que se cree
creo
que todos tienen el derecho
de
todo al revés
cuatro
(creo que es el cuatro, o anda por ahí), donde Leopold Bloom se pasa por el
culo la literatura, concordará con nuestras reivindicaciones. Cuando García
Márquez le puso Cien años de soledad a su novela, seguramente ya
sabía lo que nos iba a pasar:
que
cada novela que leemos nos hace sentir más solos, pero no más solos porque nos enfrenta
a nuestra
con
la televisión
se
aprende
lo
que no está escrito
condición
de insectos enajenados en la colmena artificial del capitalismo, o alguna
mierda similar, sino porque nos sentimos repletos de soledad cuando leemos sus novelas de Uds.,
deseándoles Crimen y castigo, sabiendo que no habrá Metamorfosis
posible, y que deberían estar en El pozo de Los
(galimatías
3)
los
padres
de
la madre
patria
miserables.
P. d. Para entender mejor la motivación de esta epístola, cfr., por ejemplo, El
ladrón de música de Estrázulas o alguna otra joyita del panteón (en todo sentido)
de la literatura uruguaya.
somos
un pueblo orgulloso
sólo
nos falta saber de qué
Macetas 2.
Las macetas no me caen bien (sobre todo, si paso debajo de un balcón). Tienen
la fea costumbre de querer ser más de lo que son, y esa arrogancia arroja
tierra sobre ellas, lo que, por otro lado, no hace más que alimentar su ego.
Las macetas son como extractos de campo, esencias de
el
olvido
no
es la falta
de
memoria
sino
de coraje
monte.
Se hacen las naturistas y después resulta que se pudren con la primera lluvia.
Sin embargo, hay que decirlo, la ciudad también se duele en esos dedales de la
tierra, que le clavan sus agujas y le zurcen un poco los balcones y los cables.
las
empresas informáticas
quieren
duplicar sus ganancias
los
publicistas hacen su trabajo
“conéctate
a ti mismo”
Cadena de cartas.
Esto es como un juego de naipes, como una de esas estúpidas cadenas de cartas:
“si recibes esta carta, debes escribir cinco iguales para cinco personas
diferentes, y así obtendrás...” ¡Que te salga un lunar velludo en el culo,
imbécil! ¡Y pensar que la finalidad de esas cartas (o por lo menos una de sus
finalidades, la menos idiota) es incentivar la
(estadístico
9)
en
los mares del estado
el
individuo nada
comunicación
entre las personas! ¿Nadie les dice que escribir 5, 125, 625, 3.125, 15.625,
78.125, 390.625, 1.953.125, 9.765.625, 48.828.125, 244.140.625, 1.220.703.125,
6.103.515.625, ... n por 5 cartas exactamente iguales es cualquier cosa menos
un hecho comunicacional? ¡Vaya burrada multiplicada hasta el infinito! Dicho
sea de paso, es interesante cómo una
(titulares
4)
general
flores
llegaría
hasta
el
palacio legislativo
operación
llegaría a cubrir toda la humanidad en apenas 14 etapas. ¿Qué pasaría si, en
vez de entregar cinco cartas, debiéramos dar cinco palabras nuevas? ¿Y si fueran
monedas, mantas, panes, abrazos? ¡Increíble! La cadena de cartas ya no me
parece tan banal. ¡Dios mío! ¡Qué voluble soy!
(titulares
5)
denuncian
altos
índices de plombemia
en
el teatro uruguayo
Problemas laborales. No
sé qué voy a hacer de mi vida. Si quiero ser realmente, debo tener una vida. Y
es sabido que todo aquel que quiera ser realmente y tener una vida como dios
manda, debe interesarse por las cosas importantes de la vida, esto es:
trabajar, enojarse y ver mucha, pero mucha, televisión. Trabajar, por el
momento, no lo tengo muy resuelto, si
internet
está
llena
de
webones
bien
es cierto que existir me está costando mucho trabajo, también es cierto que no
es precisamente ese tipo de trabajo el que me dará existencia, así que mañana sin
falta, o pasado, ponerse en campaña para conseguir un trabajo digno que me dignifique.
En cuanto al enojo, eso ya está
(titulares
6)
para
sanear la seguridad social
el
estado pediría consejo
a
las empresas fúnebres
encaminado, pues
existir implica el enojo, no se puede ser sin enojarse; la
vida, el mundo, todo, es precisamente, como ya lo dijo alguien, el cuento de un
idiota lleno de ruido y de furia. Así que la furia ya la tengo, y claro, me falta
el ruido, a mí que he vivido
siempre
en un profundo y oscuro
los
noticieros
quieren
dar la nota
pero
siempre desafinan
silencio.
Es ahí donde entra la televisión. Luces y ruido. ¡Perfecto, lo que yo necesito!
Decía antes que
no sé lo
que voy a
hacer de mi
vida. Así me encontraba, ignorante y ansioso, cuando se hizo la luz... y
el ruido. Cuál no sería mi sorpresa al descubrir que la suerte estaba de mi
lado; estaban
la
lectura es una sopa
de
conceptos
que
sufren colador
en
la conciencia
televisando
un programa de entrevistas, el invitado era un especialista en números. No sé
cómo explicar lo profundo y mágico de sus palabras, su poder de
fascinación, su carisma envolvente que me cuchicheaba rumores antiguos
traídos del fondo del tiempo hasta mis oídos nuevos. En fin, para
éste
es un país
de
servicio
(doméstico)
este
año, el numerólogo predecía que el dólar iba a cerrar a veintitrés pesos, que
la vuelta a la televisión de una diva prefabricada tenía que darse antes del
catorce de abril (14/5: 1+4+5= 10, la perfección), y que hacia mediados de
febrero veremos un profundo cambio político en una
la
gente se queja
con
propiedad
(privada)
isla del
caribe (“un cambio
muy esperado por
todos los que amamos la democracia y la libertad, etcétera,
etcétera...”). Fue en ese momento que tuve la revelación, pues una pregunta
vino a mis labios: ¿Y si yo fuera un numerólogo? ¡Ahí está!, me grité. Voy a
ser numerólogo, voy a decir dos o
(titulares
7)
iglesia
desmiente
homosexualidad
en
ángeles
tres
cosas introduciendo cada tanto algún número para después analizarlo. “¡Ah!”,
exclamé, “dos o tres cosas, ¿no?”. Entonces
vi
la verdad, o una cosa que se parecía mucho a lo que debe ser la verdad. He aquí
mi experiencia místico - cabalística: “bien,
decir
dos o tres cosas, dos más tres
tenemos
los modelos
más-cotizados
por
el mercado
son
cinco (símbolo del hombre, de la salud y del amor; la quintaesencia actuando sobre
la materia, los cuatro miembros
regidos por la cabeza, los cuatro dedos regidos por el pulgar - “¡eureka!”-),
que al cuadrado (el cuatro, símbolo de la tierra, los cuatro estados de la
materia, los cuatro
es
preferible
el
voto anulado
al
voto alunado
puntos
cardinales, los cuatro vientos, los cuatro libros, la representación del
universo creado) da veinticinco, o sea, 2 más 5, siete, el orden completo, el ciclo, los días,
los planetas y los dioses que los designan, los pecados capitales,
el símbolo del dolor. 7 al cuadrado es 49, 4+9= 13, la “yeta”,
(decretos
de pirro 2)
fumiguemos
a
los fumadores
muerte
y nacimiento, cambio y reanudación tras el final; 1+3= 4, el universo creado otra
vez, el ciclo infinito, el mito del eterno
retorno;
4+4= 8, la regeneración, las dos serpientes enlazadas, el infinito, que al
cuadrado da 64, 6+4= 10, o sea, el retorno a la unidad, la perfección que subyace
en
(galimatías
4)
la
verdadera entelequia
del
estado
es
no entender
lo
que eso significa
todo.
La verdad es esa: todas las operaciones a las que se puede someter lo existente
siempre arrojan como resultado final 10, la perfección, el retorno a la unidad;
la verdad es una sola, sólo existe una idea, esa idea es el 10, el uno más el
cero, el todo y la nada,
el
ser y el no ser en conjugación
el
voto obligatorio
es
un derecho
bastante
torcido
infinita elevada
a la enésima potencia, la unidad
con su contrario y reflejo (el cero es la muerte como estado en el que lo vivo
se
transforma; como círculo, simboliza la eternidad). Ya lo había dicho un gran
filósofo y matemático griego: “todo está arreglado
según
el número (el diez, agrego
(galimatías
5)
la
rendición de cuentas
al
fin de cuentas
es
una rendición
yo).”
El número es la esencia de la armonía, y sobre ella se fundamenta el universo y
el hombre. Diez
es nueve más
uno, nueve es ocho más uno, ocho es siete más uno, etc., etc. ¡Cuántas
cosas he aprendido sin tener que moverme! ¡Y pensar que hay algunos que dicen
pestes de la televisión!
(galimatías
6)
la
casa del siervo
es
la
caza del ciervo
¡Pobres
orates! ¡Con lo que aprende uno mirándola! ¡No, si te digo que en el país de
los necios el tuerto es rey! (Mañana sin falta, o pasado, conseguir material
que trate sobre los números, comprar el periódico para hacer un estudio de
mercado y el perfil del público al que se quiere llegar; tal vez
(estadístico
10)
a
las arcas del estado
no
las salva ni noé
alquilar
un lugar, chico no más, para montar la oficina y el centro de consultas.
También puede ser un servicio telefónico, un 0900. Mmm… 0900, nueve,
triplicidad de lo triple, símbolo de la verdad, la ordenación de cada plano,
corporal, intelectual y espiritual. ¡Sí, definitivamente, la cosa va tomando
color!)
(galimatías
7)
el
plan de emergencia
es
la
emergencia de plan
Rabona 2.
Acá iría un poema sobre la conquista de América, relacionada con el surgimiento
del barroco en Europa, por un lado, y lo que algunos pensadores han dado en llamar la estética posmoderna, por
otro. El poema presentaría cada cinco o seis versos
alguna
frase referente a los medios de comunicación y su forma de hanselygretear la
realidad.
el
banco
siempre
debería ser
el
de los acusados
Cero no ser.
“El cero es la muerte como estado en el que lo vivo se transforma; como
círculo, simboliza la eternidad.” ¿Se puede ser tan estúpido? Sí, estoy
creyendo que sí. Casi que eso es existir, ser estúpidamente y sin conciencia. Creer
que encontrando dos o tres (sí, dos o
la
policía
es
imprescindible
(para
la prensa)
tres, 2+3
y la mar
en coche, pura mierda especulativa) conexiones se ha
resuelto el enigma. Sí, definitivamente se puede ser tan estúpido, y más. La
estupidez es la única cosa que se multiplica a la enésima potencia, el diez es
el número de la estupidez, y yo soy el “delantero” y el goleador de su
el
arte comprometido
se
casó
equipo,
tengo puesta la camiseta de la estupidez que tiene, por supuesto, el número diez
grabado a fuego en la espalda. “Cero no
ser,
he ahí la mayor de las estupideces.” ¡Qué asco!
la
voluntad mueve montañas
de
frases hechas
Macetas 3. Mi
abuela tenía una maceta que su abuela le había regalado la primera vez que
estuvo en una cosecha, como un símbolo que sintetizara ese primer contacto con
los milagros de la naturaleza... Éste era un relato de esos en los que se toma
un personaje entrañable (mi abuela), se lo
las
canciones de protesta
ahora
son de pretexto
vincula
con otro (su abuela) en un hecho que revista cierto vuelo poético (la cosecha,
el milagro de la vida, la independencia, la iniciación al mundo adulto, la
versión telúrica del parto, etcétera, etcétera). Pero no. A abuela la perdimos
la semana pasada. Un cáncer de uña se la llevó a la pobrecita.
(titulares
8)
los
fakires denuncian
competencia
desleal
amenazan
con
huelgas de gula
Menos
mal. Dejó de sufrir. Estamos todos tan tristes. Pero nos repetimos una y mil
veces que fue lo mejor. Por fin descansó. Ahora está más contenta y nos mira
desde el más allá. Hay que recordarla con alegría, nos decimos, pero en
realidad nadie cree en esa maceta toda llenita de mierda, ¿no es cierto?
hay
centros del saber
y
periferias
Sorbos de sobria soberbia. Yo
sé muy pocas cosas. Bah, no, en realidad, sé muchas, demasiadas cosas. Sin ir
más lejos, sé que no se me ocurre nada para escribir en esta página.
cuando
un símbolo se gasta
se
hace a un lado
hecho
convención o metáfora
para
aguardar una generación
más
espontánea
P(b)asta de ganador.
Hay gente que tiene pasta de ganador. No. No me refiero a esa fábrica de pastas
en la que te atiende un contestador hablando en italiano. No. No me refiero a
ese tipo de ganadores. Me refiero a los ganadores más cotidianos. A esos que
enarbolan
su vida en cualquier
el
cristianismo
se
quiso hacer el bueno
pero
le salió el tiro
por
la vulgata
vuelta de
conversación, que están esperando
la mínima oportunidad para expandirse en un histriónico panegírico de sí
mismos. Pero no es lo que están pensando. No. No es que te recitan su odisea
personal con floripones y metáforas. No. Es como una actitud.
Cómo
decirlo…, como una
nos
hace falta un verdugo
como
la gente
actuación,
pero no totalmente ficcional como en el teatro, aunque sí usualmente afectada como en
el teatro (uruguayo,
para más detalles). Es como una hiperexposición del sí mismo sin
efectos especiales ni banda sonora. O sea, una porquería al estilo de cualquier
película de matiné. Pero,
la
felicidad viaja en avión
por
eso hay que buscarla
donde
caiga
claro,
tienen ese qué sé yo confesional que te ablanda. Te deja como frente al
televisor, medio emocionado y medio lobotomizado. Porque sos consciente de que es
acalambrante, pero te genera una culpa subcutánea el no prestar atención. Y
ahí, en esa rendija
sentimental,
es donde se cuela y
prefiero
a los que hablan
con
faltas
y
no a los que faltan
a
la hora de hablar
se
monta el teatro de la lástima. Ahí, en esa pequeña brecha pedorra de la compasión
cristiana, es donde se instala la mesada para que se amase la pasta del ganador. El ganador
es un tipo social muy subterfúgico (sic, ¿sic?, síc). El ganador no sabe que,
en realidad, no tiene más pasta que la que le
los
países ricos
sufren
de
emigraña
fortifica
los dientes para prenderse de la paciencia de los otros. Hay un bicho mitológico,
en una leyenda hebrea, un bicho apócrifo, como todos los bichos mitológicos de
los hebreos, que se prendió con los dientes del arca de Noé para salvarse.
Cuando se acabó el diluvio, el bicharraco en cuestión
después
de descubierta américa
hablamos
de un colón
descendente
llegó a
un arreglo con
Noé, cuestiones de flete, digamos, y parece que no cumplió su parte, así
que el dios lo mandó a quién sabe qué oscuro círculo del infierno. El bicho ese
es como los que tienen pasta de ganador. Claro, tienen pasta de ganador, pero difícilmente
ganen, porque el
lo
bueno
si
breve...
una
reverenda mierda
prototipo
del ganador, en el mito hebreo, está claro que es Noé, un comesantos que la
única virtud que tenía era la de obedecer,
y
después, en la soledad de su arca, se agarraba unos reverendos (en todo
sentido) pedos de vino que si no se volteó a las nueras
fue
por un pelo, te prometo. Y qué
dios
me libre
de
creer en él
no
decir del dios. El hipersuprarecontrabitritetracampeón de los ganadores. ¿Quién
elegiría ser ganador ahora? ¿Qué tipo de ganador
quisieras
ser? ¿Cómo el monstruo apócrifo que se cuelga con uñas y dientes de la nave oficial,
o como el gerente-geronte-sacerdote-alcahuete que
todas
las ventanas
están
polarizadas
construye
el arca de otro para salvarle el negocio, o como el dueño del circouniverso escolar
que ni siquiera sabe afeitarse? Hay gente, es cierto, que tiene pasta de
ganador. Pero estoy seguro de que son todos perdedores. Y si leyeron a
Nietzsche, peor. Y de eso no se salva ni Borges, mal que les cueste.
todo
político
es
un pirromaníaco
A propósito de Borges, Graciela.
Borges en un cuento (El otro) se encuentra, ya viejo,
consigo mismo, pero más joven. Yo hubiese escrito otra historia, donde el
joven Borges agarrara al viejo a
piñazos (a la inversa también funcionaría) y lo terminara ahogando en el
río Támesis. El joven se quedaría en la orilla, cagándose de la risa, mientras el
cuerpo de su yo
el
problema del indio
es
que no ha dado en el blanco
viejo
se fuera flotando, chocándose contra las vueltas y revueltas del río hasta
perderse de vista. Entonces, el joven se quitaría la ropa y se tiraría a chapotear
en el agua hasta que lo encuentre alguna mujer que se lo llevaría a un sucucho de
París para que
la
ayude a asesinar a un escritor que la nombró en su novela... Pero esa es otra
historia.
la
autocontemplación
es
mirar los coches ajenos
con
envidia
Llamado a la solidaridad.
Las reuniones familiares o de amigos y los cumpleaños son las situaciones más
favorables para el desarrollo de vocaciones. Siempre hay un momento en que alguien
se pone a cantar, a bailar, a tocar el tambor en la mesa, a contar
chistes...
Uno no puede explicarse por qué, quizás sea una ley natural del comedirse con
el otro, un uso
el
peor delito
es
el atentado
violento
al poder
social
de simpatía e interés en la simpatía y el interés del otro, tal vez una versión
algo extraña del altruismo, o, finalmente, una seguridad temeraria en el “ojo” que
tenemos para percibir el talento en una persona con sólo haberla visto
desarrollar sus inclinaciones vocacionales una sola vez. Ignoro lo que sea. Lo
cierto es que, decía, hay un momento en que alguien se pone a hacer
algo
y otro alguien le dice que es muy bueno en
el
cóndor pasa
los
asesinos quedan
eso.
Frases como “ah, pero vos bailás como profesional”, “vos no me mientas, para mí
que estudiaste en algún lado”, “pero vos tendrías que dedicarte a esto, sos un
fenómeno”, están a la orden del día. La persona se ve compelida a contestar a
estos halagos. Muchas veces, esa “imposición”(en todos los sentidos) arroja (también
en todos los sentidos) consecuencias que luego deberemos
sufrir
el resto de los mortales. Basta
la
policía sirve
a
las sociedades
(anónimas)
mirar
la televisión nacional o ir al teatro para entender de lo que estoy hablando.
Ahora bien, todo está muy lindo si sirve para alcanzar la plenitud vital a la
que todo individuo de nuestra especie se supone que anhela; sólo habría un
reparo que hacer: la plenitud humana es un logro que el individuo alcanza impulsado
por el motor de sus propios deseos
(no tengo más formas de resaltar la palabra). Sostengo que, en ocasiones,
(titulares
9)
30.000
niños mueren
de
diarrea cada día
políticos
y empresarios
también
se cagan a diario
pero
de risa
la
persona se inventa (y aquí es donde se quiere denunciar y hacer visible la
ignominiosa incidencia de los demás) vocaciones y talentos que, lamentablemente
(para él y para todos), no posee. Esta nefanda influencia ha provocado los aburrimientos
y las desesperaciones más grandes de la
historia de la humanidad, y ya va siendo tiempo de detenerla. Propongo, entonces,
que todo el mundo se cosa la boca con hilo
siempre
nos amenazan
con
el viejo de la bolsa
(de
valores)
sisal
cada vez que sienta el impulso de estimular a los demás, y lo haga, si y sólo
si está absolutamente seguro, luego de un exhaustivo examen de conciencia y
buen gusto (es cierto que este concepto es de difícil definición, pero, creo, podríamos
llamar
buen
gusto al baldío que está entre lo patético y el virtuosismo, esas dos versiones
de la mediocridad). En
los
liberales
también
saben
artes
marxiales
fin,
y como corolario de este petit entrecot ensayístico, y en lo que a mí respecta,
diré que no escribo tan mal, a juzgar por lo que dicen mis familiares y
amigos... Quién te dice, un día de estos me decido y hasta me hago escritor y
todo.
quizá
vaciar la palabra
y
rellenarla de nuevo
...no
sé si tenga sentido
Urbanismo. No
sufro de claustrofobia, pero me intranquiliza la falta de aire. Creo que es una
inclinación de mis anhelos. Si hace frío, abro la ventana. Si hace calor, la
cierro. No sufro de claustrofobia, pero creo que voy a asesinar al tipo este
que se acaba de sentar a mi lado en el ómnibus. No me esperen...
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